Cómo limpiar la lavadora por dentro (y no morir en el intento)
Vale, déjame contarte. Hace un par de semanas mi lavadora empezó a oler raro. No un olor cualquiera, uno de esos que te hacen dudar si la ropa sale limpia o si deberías volver a echarla a lavar. Resulta que me di cuenta de que limpiar la lavadora por dentro es un arte poco valorado pero fundamental. Así que, con esa mezcla de curiosidad y pereza que me caracteriza, me lancé a investigar y probar métodos caseros para dejarla como nueva. Y eso te voy a contar hoy, con toda la pasión y la prisa que me pilla el día.
Por qué diablos necesitas limpiar la lavadora
Seguro que piensas “¡Pero si sólo carga ropa y agua!” Pues no, porque la lavadora acumula restos de detergente, moho, pelusas, y hasta bacterias, sí, bacterias. Eso hace que además de oler mal, la ropa pueda salir con manchas o peor, con mal olor. Y sí, yo también he sido de los que piensan que con usar el ciclo de lavado normal ya está. Pero no. No está. La limpieza interna de la lavadora es clave para alargar su vida útil y mantener la ropa en condiciones.
Lo básico antes de meterte en faena
- Desconecta la lavadora, que no se te ocurra enchufarla mientras limpias.
- Retira toda la ropa, claro.
- Vacía el cajetín de detergente, que ahí se queda mucha suciedad.
- Ten a mano guantes de goma porque vas a mancharte, y no es plan de acabar con las manos como si hubieras peleado con un gato.
Ahora sí, vamos al lío.
Métodos caseros para limpiar la lavadora por dentro
Hay varias técnicas que yo probé. No sé si eran 3 o 4 pasos exactamente, pero bueno, la idea es la misma. Aquí van:
- Vinagre blanco y bicarbonato: clásico y efectivo. Echas medio vaso de vinagre en el tambor y unos 2 cucharones de bicarbonato. Luego pones un ciclo de lavado a 90 grados sin ropa. Eso debería desinfectar y eliminar malos olores.
- Limpiar el cajetín: sácalo (si sale, que no todas las lavadoras lo permiten) y remójalo en agua caliente con jabón. Luego frotas con un cepillo viejo, sientes que estás en una batalla, pero funciona.
- Revisar el filtro y el sello de la puerta: aquí es donde se suele acumular mucha porquería. Limpia con un trapo húmedo y, si ves moho, usa un poco de lejía diluida. Eso sí, cuidado con la lejía que es mala compañera si la usas sin precauciones.
- Airear la lavadora: esto no sé si lo he leído o me lo inventé, pero dejar la puerta abierta después de cada lavado ayuda a que no se formen esas humedades tan chungas.
¿Vale la pena usar productos específicos para la limpieza?
Te soy sincero, he probado esos polvos y líquidos especiales para limpiar lavadoras y, a ver, funcionan, pero suelen ser más caros y muchas veces no tienes que buscarlos porque con vinagre y bicarbonato la cosa va bien. Eso sí, si tienes mucho sarro o vives en zona con aguas muy duras, igual te toca tirar de ellos. Pero para el día a día, lo casero es rey.
Ah, espera, creo que me estoy liando un poco con esto. Tenía algo apuntado pero no lo encuentro, da igual. Lo que quería decir es que a veces ni haciendo todo bien sale. No sé si me explico, pero bueno, ya me entiendes. Por ejemplo, hay que acordarse de limpiar la goma de la puerta porque ahí se quedan restos de agua y suciedad, y si no lo haces puede salir el moho ese negro que da miedo. Pues nada, que no lo hagas y luego no digas que no te avisé.
¿Cada cuánto limpiar la lavadora por dentro?
Mira, yo diría que hacerlo una vez al mes es lo suyo si usas la lavadora casi a diario. Si la usas poco, pues cada dos meses o tres. Pero ojo, si notas olores raros, manchas en la ropa o escuchas ruidos extraños, no esperes más. Limpia ya.
Errores comunes que cometemos todos y que fastidian la lavadora
- Usar demasiado detergente. Parece que más detergente limpia más, pero es mentira. Se acumula y es un imán para la suciedad.
- Dejar la ropa dentro mucho tiempo después de lavar. Eso crea humedad y mal olor.
- No limpiar el filtro, que es como el riñón de la lavadora.
- Ignorar las instrucciones del fabricante para el mantenimiento. A veces ahí está la clave.
Resumiendo y para acabar (que ya me estoy quedando sin fuerza)
Limpiar la lavadora por dentro no es ciencia espacial. Requiere un poco de tiempo, algunos ingredientes básicos y ganas de hacerlo bien. Con vinagre, bicarbonato, un poco de paciencia y cariño, puedes evitar olores, mohos y problemas mayores. No te olvides del cajetín, la goma de la puerta y el filtro. Y la próxima vez que veas que huele raro, ya sabes qué hacer.
Bueno, pues eso, que me ha quedado un texto así como medio desordenado, pero creo que útil. A ver si me animo a ponerlo en práctica yo mismo otra vez y te cuento si me sale bien. Por ahora, lo dejo aquí, que tengo que hacer otras cosas y esto ya me ha dejado cansado. Hasta la próxima y no olvides cuidar tu lavadora, que es la heroína anónima de la casa.


